Hombre
jueves, 20 de junio de 2013
miércoles, 19 de junio de 2013
OBRAS Y VIRTUDES
OBRAS:
- Extendió su labor apostólica y misión a los pueblos de los departamentos de Lima, Ica, Ayacucho, Huánuco, Huancávelica y Huánuco, donde se distinguió por su elocuente fervor.
- Fundó el Seminario mayor con el nombre de San Alfonso y también diversos templos de sus diócesis. Colegios en Huánuco, Cerro de Pasco, Jauja y Huancayo.
VIRTUDES:
- Se distinguió por su dedicación al confesionario, piedad y observancia.
- Fue un varón justo, y prudente, amigo y padre de todos, principalmente para sus sacerdotes.
- Caritativo con los pobres a quienes dio muchas veces su propio alimento.
- Fue humilde hasta el extremo, nunca se le vio vanidosoni soberbio, se vestía pobremente con su sayal de jerga.
- En las dificultades era paciente, sereno y profundo valor para soportar.
VOCACION FRANCISCANA
Cuando el joven Fernando tenía 15 años de edad, decide vestir el sayal franciscano, atraído por la misión que dieron los Padres franciscanos del Convento de Ocopa, en la ciudad de Huánuco.
Fue corista estudiante y realizó sus estudios eclesiásticos tomando el nombre de Alfonso María de la Cruz. Nunca desmintió su primera resolución; a pesar de que los misioneros de Ocopa nada omitieron para probar su constancia. Conocedores ellos, de la difícil causa que toma a su cuenta el ministro del Evangelio, que debe ser “ sal de la tierra, luz del mundo, depositario de la ciencia y centinela de la casa de Israel “ ; y sabiendo que a quien mucho se le confía, mucho se le ha de pedir, emplearon todos los medios para probar la bondad de su vocación. más nuestro joven aspirante se mantuvo siempre en su puesto y colmó las esperanzas de todos.
Fray Alfonso María de la Cruz se consagró irrevocablemente al total servicio de Dios por la Profesión de los votos religiosos, el 18 de diciembre de 1862 digno galardón de su constancia, después del año canónico de noviciado, durante el cual dio clarísimas muestras de la verdad de su vocación a la vida del claustro, dedicándose a ilustrar su espíritu, acompañando el ejercicio de las virtudes religiosas con el estudio de las ciencias humanas y divinas que aprovechó sobremanera, mereciendo recibir las órdenes menores y la dignidad sacerdotal, previo examen ante el Venerable Discretorio, según cartas firmadas por el R. P. Fray Pedro Gual, Comisario General dela Orden Franciscana.
Fue corista estudiante y realizó sus estudios eclesiásticos tomando el nombre de Alfonso María de la Cruz. Nunca desmintió su primera resolución; a pesar de que los misioneros de Ocopa nada omitieron para probar su constancia. Conocedores ellos, de la difícil causa que toma a su cuenta el ministro del Evangelio, que debe ser “ sal de la tierra, luz del mundo, depositario de la ciencia y centinela de la casa de Israel “ ; y sabiendo que a quien mucho se le confía, mucho se le ha de pedir, emplearon todos los medios para probar la bondad de su vocación. más nuestro joven aspirante se mantuvo siempre en su puesto y colmó las esperanzas de todos.
Fray Alfonso María de la Cruz se consagró irrevocablemente al total servicio de Dios por la Profesión de los votos religiosos, el 18 de diciembre de 1862 digno galardón de su constancia, después del año canónico de noviciado, durante el cual dio clarísimas muestras de la verdad de su vocación a la vida del claustro, dedicándose a ilustrar su espíritu, acompañando el ejercicio de las virtudes religiosas con el estudio de las ciencias humanas y divinas que aprovechó sobremanera, mereciendo recibir las órdenes menores y la dignidad sacerdotal, previo examen ante el Venerable Discretorio, según cartas firmadas por el R. P. Fray Pedro Gual, Comisario General dela Orden Franciscana.
VIDA DEL PADRE FUNDADOR
Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas Zavala, fundador de la Congregacion de la Religiosas Franciscanas de la Imaculada Concepción y Obispo de la Diócesis de Huanuco, nació el 30 de Mayo de 1842 en Huanuco,ciudad conocida con el nombre de “Ciudad de los Caballeros de León”, en el seno de una familia cristiana.Sus padres fueron Don Manuel Sardinas de nacionalidad española y Doña Manuela Zavala, Huanuqueña, juntó así por igual nuestro futuro Obispo Sardinas, en su persona, la sangre española y la huanuqueña, hermanando en sus venas la riqueza espiritual proveniente de ambos pueblos, fusionados en la misma fe que nos unen para llamar a Dios Padre Nuestro.1º de Junio de 1842, a los dos días de nacido fue bautizado y ungido con óleo y mirra en la Iglesia “El Sagrario La Merced” de la ciudad de Huánuco, por el Padre Patricio Trujillo, siendo su Padrino el Presbítero Doctor Antonio Telechea y los testigos Don Juan Abarca y Don Silvestre Estela. Recibió en la Pila Bautismal el nombre de Fernando ,cambiado más tarde por el de Alfonso al ingresar de religioso al Convento de Ocopa.Perdió a sus padres a tierna edad, quedó bajo la tutela de Don Isidro Soler quien le inculcó una sólida piedad y una tierna devoción a la Santísima Virgen. A pesar de los cuidados de sus parientes, hubo de experimentar los efectos inevitables de la orfandad., entonces pudo sentir y comprender de lleno, que para el corazón todo es nada, si no se posee a Dios.Ya adolescente de 15 años, su figura era esbelta, alto de 1.71 m., raza blanca, cara un tanto larga y bien proporcionada, frente amplia, ojos grandes y azules, cabellos rubios, dientes blancos, completos, y bien alineados, de finos modales, de fácil y elocuente palabra; y como todo joven lleno de ilusiones e ideales y atento a la Voluntad de Dios, como persona cristiana.
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